Cicatrizar, para volver
El cierre de un ciclo, siempre trae consigo la oportunidad de reflexionar y reconstruir. En medicina las derrotas, se ven como retrocesos momentáneos: un medicamento no dio el resultado esperado, la recuperación tomo más tiempo, o se presentaron complicaciones en una enfermedad que rara vez las tiene. Pero la recuperación inicia, el siguiente día en que cambiamos los elementos para buscar sanar al cuerpo.
Como en las heridas, la cicatrización inicia con el sangrado, rayados cierra un año futbolístico con un sabor amargo, culminando con la perdida de una final en casa. Pero dio la oportunidad de demostrar las áreas donde se debe de trabajar. La derrota duele, pero también enseña, es el momento de analizar qué salió mal, ajustar lo necesario y preparar el camino para un nuevo comienzo.
La temporada tuvo momentos de evolución, avances claros y fortalezas individuales que consolidaron al equipo. Sin embargo, también evidenció fallas, como una defensa frágil, una delantera errónea acompañado de decisiones precipitadas, problemas que no pueden ser ignorados si se aspira a volver más fuertes en el próximo torneo.
Así como un paciente se compromete a seguir el tratamiento para recuperarse, Rayados tiene la obligación de cerrar filas, reflexionar y trazar un nuevo plan para competir con mayor solidez. La resiliencia será la clave para que esta cicatriz se convierta en el motor de una revancha futura.
La derrota marca el fin del año futbolístico, pero no del proceso. Que el 2024 sea un ciclo donde el aprendizaje de hoy se transforme en victorias. Porque, al final, “La cuestión no es si te derriban; la cuestión es si te levantas” Vince Lombardi.
