El día después de:
Ayer nos quedamos con una sensación amarga. Todos queríamos que esta vez fuera la buena, la de la «Sexta», pero al final las cosas no salieron como esperábamos. Sin embargo, creo que no es momento de buscar culpables, de lanzar críticas al aire o de pedir cambios de jugadores o directiva de manera impulsiva.
Lo importante ahora es centrarnos en el proyecto que se está construyendo. Aunque hoy no se logró el objetivo, hay muchas cosas positivas que rescatar y que pueden y deben ser la base para lo que viene.
Es cierto, todavía hay cosas que mejorar, pero la idea de juego está ahí, y el potencial también. Tenemos jugadores clave como Sergio, Lucas y Oliver que son un pilar para este equipo y que han dado la cara cuando se les ha necesitado, y eso es algo que hoy tenemos que valorar. Sin embargo, también es evidente que necesitamos refuerzos en posiciones clave: jugadores que lleguen a sumar, a elevar el nivel competitivo y que nos den un plantel más fuerte.
Sí, nos quedamos cortos esta vez, pero no hay duda de que este plantel tiene con qué para seguir peleando y disputar los títulos que vienen.
Hoy, el Tato y la directiva deben entender que es momento de respaldar este proyecto y proporcionar las herramientas necesarias para que el equipo crezca. Porque lo que decidan en las próximas semanas puede ser la diferencia entre construir algo grande o quedarnos a medias.
La «Sexta» no llegó esta vez, pero eso no significa que esté lejos. Es en estos momentos cuando más necesitamos paciencia y confiar en el proceso. Los grandes éxitos no se consiguen de la noche a la mañana, y Monterrey tiene todo para consolidarse como un equipo protagonista por mucho tiempo, siempre y cuando no se pierda el rumbo por la desesperación de resultados inmediatos.
El tiempo dirá si este tropiezo fue solo un paso más hacia el éxito. Pero por ahora, lo que queda es seguir creyendo, alentando y no bajar los brazos. Lo mejor está por venir.
Ayer, hoy y siempre: ¡Arriba el Monterrey!
Lo importante ahora es centrarnos en el proyecto que se está construyendo. Aunque hoy no se logró el objetivo, hay muchas cosas positivas que rescatar y que pueden y deben ser la base para lo que viene.
Es cierto, todavía hay cosas que mejorar, pero la idea de juego está ahí, y el potencial también. Tenemos jugadores clave como Sergio, Lucas y Oliver que son un pilar para este equipo y que han dado la cara cuando se les ha necesitado, y eso es algo que hoy tenemos que valorar. Sin embargo, también es evidente que necesitamos refuerzos en posiciones clave: jugadores que lleguen a sumar, a elevar el nivel competitivo y que nos den un plantel más fuerte.
Sí, nos quedamos cortos esta vez, pero no hay duda de que este plantel tiene con qué para seguir peleando y disputar los títulos que vienen.
Hoy, el Tato y la directiva deben entender que es momento de respaldar este proyecto y proporcionar las herramientas necesarias para que el equipo crezca. Porque lo que decidan en las próximas semanas puede ser la diferencia entre construir algo grande o quedarnos a medias.
La «Sexta» no llegó esta vez, pero eso no significa que esté lejos. Es en estos momentos cuando más necesitamos paciencia y confiar en el proceso. Los grandes éxitos no se consiguen de la noche a la mañana, y Monterrey tiene todo para consolidarse como un equipo protagonista por mucho tiempo, siempre y cuando no se pierda el rumbo por la desesperación de resultados inmediatos.
El tiempo dirá si este tropiezo fue solo un paso más hacia el éxito. Pero por ahora, lo que queda es seguir creyendo, alentando y no bajar los brazos. Lo mejor está por venir.
Ayer, hoy y siempre: ¡Arriba el Monterrey!