La Altura: ¿Un Factor Decisivo o Simple Excusa en el Fútbol?
El estadio del Municipal del Alto, ubicado a 4,090 metros sobre el nivel del mar, es uno de los escenarios más desafiantes para cualquier atleta que no esté adecuadamente aclimatado. El mito de la altura como un obstáculo insuperable en el fútbol ganó fuerza por hechos históricos, como la racha de derrotas de la selección argentina en Bolivia desde 1973 hasta 2005.
A esta altitud, el cuerpo humano enfrenta una disminución en la disponibilidad de oxígeno, lo que afecta directamente el rendimiento muscular, causando fatiga y reduciendo la capacidad de tomar decisiones, secundario a la hipoxia cerebral presentanda donde aumentan los errores. Y si a esto sumamos factores como el calor y el smog que pueden surgir en un partido, el desafío se vuelve monumental.
Para Monterrey, las preocupaciones de esta semana se centran no solo en la aclimatación a estas condiciones extremas, sino también en la reciente incorporación de un nuevo portero en plena liguilla. Este panorama recuerda los marcadores adversos que hemos visto históricamente en estadios como CU o Toluca, donde la altura y el clima jugaron un papel crucial.
Sin embargo, los equipos de élite a nivel mundial han adoptado estrategias de entrenamiento que buscan minimizar estos efectos; ejercicios específicos de aclimatación y preparación física han demostrado ser herramientas efectivas para competir en cualquier ambiente futbolístico. Pero, como siempre, el factor psicológico será clave: la fortaleza mental y la capacidad de imponer condiciones en casa pueden marcar la diferencia.
En mi opinión, Monterrey debe aprovechar el primer partido para finiquitar la serie y evitar especulaciones. Ser fuerte en casa es el sello de los equipos campeones; esta debería ser su filosofía para enfrentar este partido.
Y aquí es donde el debate se enciende: ¿La altura afecta realmente, o es una excusa más para justificar un mal desempeño? Como bien dijo Martín Demichelis tras un desastroso partido en La Paz (Bol 6 – Arg 1): » Después me di cuenta de que es inhumano jugar ahí.» Que este sea el detonante para reflexionar: ¿Es la altura la verdadera enemiga, o lo es la falta de preparación y adaptación?
